Reseñas
López, E. y Barrera Insúa, F. (Coords.) (2023). Desigualdades de nuestro tiempo. Los fundamentos de las brechas sociales en América Latina. Buenos Aires: Batalla de Ideas
En Desigualdades de nuestro tiempo. Los fundamentos de las brechas sociales en América Latina, Emiliano López y Facundo Barrera Insúa reúnen un conjunto de artículos con el objeto de realizar una reconstrucción empírica de aquello que consideran como los principales factores influyentes en el proceso de producción y reproducción de la desigualdad estructural a escala regional. Contra las perspectivas hegemónicas centradas en explicar las inequidades mediante modos de abordaje individuales, los autores advierten sobre la necesidad de recurrir al empleo de un marco analítico de carácter relacional que permita atender de manera efectiva a las premisas fundamentales para la comprensión de los patrones de desigualdad. Para ello es preciso indagar, no en las singularidades de los individuos, sino en la esfera propia de las vinculaciones relativas al poder social, puesto que es allí donde, según afirman, se encuentra el origen de la generación y apropiación de los ingresos.
Partiendo de tales consideraciones, a lo largo del libro se presenta un estudio sobre la desigualdad en América Latina que, construido en clave multidimensional y comparativa, se orienta a explorar cuatro procesos juzgados elementales que operan en la creación de la misma. Estos son: la inserción dependiente y periférica de las economías latinoamericanas en el capitalismo global; las disputas entre el capital y el trabajo por la apropiación de valor; las desigualdades entre trabajadores según género, raza y tipo de trabajo; y las dinámicas asociadas a las problemáticas de acceso y utilización de la tierra. Para dar cuenta de dichos procesos, el libro se divide en cuatro secciones orientadas a tratar de manera empírica, a través sus distintos artículos, cada una de las dimensiones y mecanismos incluidos en ellos.
En la primera parte, dedicada al estudio de la desigualdad a escala global, López y Noguera analizan la desigualdad en clave geopolítica y observan que la mayor disparidad en la distribución de ingresos que se da en los países del Sur Global respecto a los países del Norte Global, es un hecho que responde a la existencia de una dinámica estructural de periferialización del Sur producto de la posición subordinada que ocupan los países ubicados en esta parte del mundo dentro de las Redes Globales de Producción, cosa que deriva en una concentración de ingresos a favor de los países del Norte.
En la segunda parte, destinada a indagar sobre la desigualdad capital-trabajo a escala nacional, Barrera Insúa y Noguera realizan un análisis de la estructura salarial del sector privado en Argentina atendiendo principalmente a la relación entre la dinámica de valorización del capital y la dinámica de organización y acción sindical de los trabajadores por rama de actividad. Así, observan que es posible comprender los niveles estructurales de desigualdad salarial en el país a través del análisis de las diferencias entre el movimiento de las ganancias de las empresas y las posibilidades de los trabajadores de apropiarse de parte de esas rentas. Por su lado, Durán y Ratto reflexionan sobre estos mismos fenómenos, para el caso de Chile, utilizando el enfoque de los recursos de poder de los trabajadores y arriban a conclusiones similares a las de los autores anteriores. Esto es: que en términos generales, salvo algunas excepciones, los sectores que presentan salarios mayores al promedio de la economía son aquellos en donde existe una alta rentabilidad empresarial y un alto grado de organización —o posesión de recursos de poder— por parte de los trabajadores para disputar dichas ganancias.
En la tercera parte, abocada al análisis de la desigualdad al interior de la clase trabajadora, Álvares de Lima Depieri, Ganaka y Porto Bugni atienden a la superposición entre género, raza y clase en Brasil para dar cuenta de las inserciones laborales más precarias y de las peores condiciones de vida que experimentan las personas negras en general y las mujeres en particular en comparación con quienes no pertenecen a dichas poblaciones. Por otro lado, Fernández Massi y Belloni toman por caso la experiencia laboral de las mujeres en Argentina durante el período 2012-2019, de relativo estancamiento primero y de recesión económica después, advirtiendo que las brechas por género se redujeron de un contexto a otro por el deterioro de la situación laboral de los varones pero no por una mejora en los términos de igualdad, de modo que estos últimos continuaron manteniendo su ventaja estructural respecto a las primeras en el mercado de trabajo. En tercer lugar, Galván describe estas cuestiones para el mismo período de tiempo en Uruguay y sostiene que durante los años recientes se ha experimentado un retroceso en los avances respecto a la igualdad de género que se habían logrado durante los gobiernos frenteamplistas, no solo por la crisis económica y social, sino también por la aplicación de políticas regresivas impulsadas por la coalición de partidos de derecha que asumió el nuevo gobierno.
Por último, en la cuarta parte, dirigida a examinar la desigualdad en el acceso y utilización de la tierra, Vértiz, García Bernardo y González analizan el incremento de la concentración en el sistema agroalimentario pampeano de los últimos treinta años y la cada vez más marcada presencia de unidades económicas agrarias hiperconcentradas como lo son las megafarms, las cuales emergen como estructura productiva principal de la región y como obstáculo para la redistribución equitativa de la tierra. Finalmente, Oyhantçabal Benelli y Ceroni Acosta, estudian las desigualdades del agro en Uruguay advirtiendo, al igual que los autores anteriores, sobre el proceso de creciente centralización y extranjerización de los medios de producción y del valor agropecuario de las últimas dos décadas que condujo a una paulatina disminución de las explotaciones de tipo familiar y a importantes cambios en la distribución de los ingresos en beneficio de las empresas.
La breve descripción hecha hasta aquí permite apreciar que el trabajo en su conjunto representa un gran aporte para el campo de estudio de la economía en general y para la realidad de América Latina en particular. No solo por los temas que aborda, sino también, por la manera en que lo hace.
En primer lugar, puede decirse que tratar la problemática de la desigualdad desde la propia desigualdad contribuye a dar forma a una epistemología propia y opuesta a los paradigmas dominantes que se muestran ineficaces para interpretar y comprender nuestras experiencias y nuestras especificidades históricas y contextuales. Asimismo, emprender dicha tarea desde una perspectiva centrada en atender a las estructuras sociales y a las relaciones de poder, en contraposición al tradicional enfoque centrado en los individuos, ofrece la posibilidad de desentrañar los complejos mecanismos que producen y reproducen la desigualdad, revelando las raíces más profundas del problema.
De ahí que se considere que la originalidad del trabajo y su principal aporte al campo intelectual económico radique en el hecho de que el mismo se propone ir más allá de simplemente documentar las disparidades existentes para centrarse en analizar y comprender las fuerzas económicas, políticas y sociales que las generan y mantienen. Cosa verdaderamente importante si lo que se quiere es avanzar en la construcción de propuestas específicas de intervención orientadas a la elaboración de programas políticos inclusivos en materia social y económica frente a las alternativas neoliberales y conservadoras.
En síntesis, la desigualdad en la región, en tanto fenómeno arraigado y persistente, sigue siendo un desafío crucial tanto para el desarrollo económico de nuestros territorios como para el bienestar humano de nuestras poblaciones. Articular esfuerzos intelectuales en un contexto como el actual para reflexionar acerca de los determinantes estructurales de la misma, atendiendo a las múltiples dimensiones que caracterizan al orden capitalista global como sistema social desigualador, se presenta como un paso fundamental para la creación de programas sistemáticos de investigación-acción emancipatorios que habiliten el desarrollo de propuestas consistentes dirigidas a tratar las principales problemáticas regionales en pos de alcanzar mayores grados de igualdad y equidad.
Recepción: 01 Abril 2024
Aprobación: 06 Mayo 2024
Publicación: 01 Agosto 2024