(FaHCE - FCE / UNLP, Argentina)
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Uno de los debates centrales a lo largo de la historia del pensamiento económico fue el que giró en torno a la generación, apropiación y utilización del Excedente Económico (EE). Este último se define como la masa de recursos producidos por una sociedad que superan los necesarios para que la misma se reproduzca (Baran y Sweezy, 1986). A partir de este enfoque, pensadores fisiócratas, clásicos, marxistas y estructuralistas incorporaron al análisis económico la disputa por el excedente entre las clases sociales, siendo los usos del EE la piedra angular del análisis del subdesarrollo periférico (Furtado, 1978; Baran, 1957). Esta perspectiva enriquece el análisis económico con aspectos sociológicos y políticos, y brinda un panorama global de una etapa o coyuntura económica.
En este breve trabajo utilizamos el análisis del EE para estudiar la dinámica de la estructura económica y social de Argentina en la posconvertibilidad (2003-2011). Para ello, estimamos el volumen del EE como el Producto Total menos el Costo de Reproducción Social (CRS) y la depreciación del stock de capital. El estudio se divide en dos partes: en el primer bloque estimamos el Costo de Reproducción Social (CRS). En el segundo, obtenemos el EE y discriminamos sus principales destinos
El CRS, según Furtado (1978), debe representar el costo básico de la reproducción de la población como un todo. Para cuantificarlo, es necesario establecer un nivel de ingresos que garantice la supervivencia y reproducción de cada miembro de la población. Ese valor no se remite únicamente a una dimensión biológica, sino que incluye componentes vinculados a la satisfacción de necesidades simbólicas, culturales, etc. de aquellos segmentos que no se apropian del EE. En cuanto a la financiación, parte del CRS es solventada a través de los ingresos salariales de los trabajadores (componente directo) y otra, a través del Estado por medio de las transferencias de bienes y servicios esenciales que permiten la reproducción social (como salud, educación, subsidios) neto del pago de impuestos (componente indirecto).
Para estimar el CRS nos basamos en Furtado (Op. cit.), quien considera como representativo del nivel de reproducción el nivel de vida de los operarios manuales no calificados, por ser quienes menos se apropian de los frutos del crecimiento económico. Dado que las decisiones de reproducción y la distribución de ingresos de quienes no participan en el mercado de trabajo se realizan en el hogar, tomamos este como unidad de análisis (Torrado, 1981). A su vez, la reproducción de la población implica la manutención de los individuos en edad de trabajar, el reemplazo generacional y la manutención durante la vejez. Por lo tanto, dadas las características de las bases de datos disponibles, estimamos, por un lado, el costo de reproducción de los hogares donde encontramos la población en edad de trabajar y su reemplazo generacional (niños); y por otro lado, la reproducción de las personas mayores. Por último, la estimación final pondera cada estimación sobre la base de la estructura poblacional vigente en el período de análisis.
El componente directo se encuentra representado por los ingresos totales familiares de los hogares cuyo jefe es un asalariado no calificado; y en el caso de las personas mayores, por el haber jubilatorio mínimo. En cuanto al componente indirecto, consideramos como bienes esenciales transferidos por el Estado la salud, la educación y los subsidios al transporte y energía, neto del pago de impuestos. El CRS total capta, entonces, por una parte, la dinámica de la disputa por el ingreso en la distribución primaria, al incluir los salarios que dependen en gran medida de las condiciones de negociación de los trabajadores. Por otro lado, incorpora el conflicto distributivo al interior del Estado (distribución secundaria), en el marco del análisis de los impuestos que el fisco recauda y sobre cómo los retribuye a la población.
En el siguiente cuadro se encuentran las estimaciones para cada segmento. Se observa que en ambos casos el CRS superó el valor del componente directo, lo cual nos indica que la intervención del Estado tiende a redistribuir recursos y a elevar el nivel de vida del sector menos beneficiado.
Cuadro 1: Evolución del CRS para familias y adultos mayores. Discriminación entre componentes directo e indirecto. Millones de pesos corrientes. Años 2003-2011.
Familia |
Mayores |
||||||||||
Año |
componente directo |
Componente indirecto |
(I)
CRS Familia (1+2+3+4-5) |
componente directo |
componente indirecto |
(II)
CRS mayores (A+B+C-D) |
|||||
ITF (1) |
Salud (2) |
Educación (3) |
Subsidios (4) |
Aportes trib. (5) |
jubilaciones (A) |
Salud (B) |
Subsidios (C) |
Aportes tributarios (D) |
|||
2003 |
8.047 |
1.483 |
1.348 |
77 |
1.861 |
9.094 |
2.640 |
749 |
21 |
611 |
2.799 |
2004 |
8.544 |
1.793 |
1.678 |
77 |
1.976 |
10.116 |
3.696 |
861 |
21 |
855 |
3.724 |
2005 |
10.418 |
2.211 |
2.358 |
241 |
2.410 |
12.818 |
4.680 |
1.036 |
66 |
1.082 |
4.699 |
2006 |
13.474 |
2.828 |
3.066 |
497 |
3.117 |
16.748 |
5.640 |
1.146 |
136 |
1.305 |
5.618 |
2007 |
17.407 |
3.685 |
4.053 |
1.232 |
4.026 |
22.351 |
7.152 |
1.286 |
338 |
1.654 |
7.121 |
2008 |
24.185 |
4.442 |
5.552 |
2.217 |
5.594 |
30.802 |
8.280 |
1.767 |
608 |
1.915 |
8.740 |
2009 |
28.551 |
5.774 |
6.718 |
2.318 |
6.604 |
36.757 |
9.309 |
2.298 |
635 |
2.153 |
10.088 |
2010 |
36.209 |
7.506 |
8.129 |
3.419 |
8.375 |
46.888 |
11.211 |
2.987 |
937 |
2.593 |
12.541 |
2011 |
41.691 |
9.758 |
9.837 |
4.137 |
9.643 |
55.779 |
15.196 |
3.883 |
1.133 |
3.515 |
16.697 |
Fuente: elaboración
propia.
Sobre la base de los datos compilados en el cuadro 1, podemos calcular el CRS total considerando la estructura poblacional (cuadro 2).
Cuadro 2: Evolución del CRS total por individuos de hogares1 y personas mayores. Millones de pesos corrientes y variación interanual. Años 2003-2011
Año |
Individuos de hogares |
CRS personas mayores |
CRS total |
Var. Anual |
||
CRS |
Población (miles) |
CRS |
Población (miles) |
|||
2003 |
2.491 |
34.083 |
2.799 |
3.787 |
95.514 |
- |
2004 |
2.771 |
34.403 |
3.724 |
3.823 |
109.579 |
15% |
2005 |
3.512 |
34.733 |
4.699 |
3.859 |
140.113 |
28% |
2006 |
4.589 |
35.074 |
5.618 |
3.897 |
182.832 |
30% |
2007 |
6.124 |
35.421 |
7.121 |
3.936 |
244.932 |
34% |
2008 |
8.439 |
35.771 |
8.740 |
3.975 |
336.608 |
37% |
2009 |
10.070 |
36.121 |
10.088 |
4.013 |
404.244 |
20% |
2010 |
12.846 |
36.467 |
12.541 |
4.052 |
519.271 |
28% |
2011 |
15.282 |
36.810 |
16.697 |
4.090 |
630.823 |
21% |
Fuente: elaboración
propia.
El CRS total ha evolucionado progresivamente en toda la etapa, producto de los incrementos en sus componentes directos e indirectos. Con excepción del año 2011, en todos los años se verifican aumentos reales del CRS, cualquiera sea la medición de inflación que se considere. Esto indicaría un aumento en las condiciones de vida de la población menos favorecida en el proceso productivo
Una vez estimado el CRS, cuantificamos el EE, que surge de la diferencia entre el PBI, el CRS y la depreciación del capital productivo:
Cuadro 3: PBI, Depreciación del stock de capital, CRS y EE en millones de pesos corrientes y como porcentaje del PBI. Años 2003-2011.
Año |
PBI |
Depreciación |
CRS |
Excedente Económico |
|
||||
|
|||||||||
$ |
% |
$ |
% |
$ |
% |
$ |
% |
|
|
2003 |
370.104 |
100% |
37.006 |
10,0% |
95.514 |
25,8% |
237.584 |
64,2% |
|
2004 |
445.375 |
100% |
41.948 |
9,4% |
109.579 |
24,6% |
293.847 |
66,0% |
|
2005 |
530.600 |
100% |
47.855 |
9,0% |
140.113 |
26,4% |
342.631 |
64,6% |
|
2006 |
650.696 |
100% |
57.247 |
8,8% |
182.832 |
28,1% |
410.617 |
63,1% |
|
2007 |
810.817 |
100% |
73.975 |
9,1% |
244.932 |
30,2% |
491.910 |
60,7% |
|
2008 |
1.029.982 |
100% |
90.189 |
8,8% |
336.608 |
32,7% |
603.185 |
58,6% |
|
2009 |
1.145.458 |
100% |
125.339 |
10,9% |
404.244 |
35,3% |
615.875 |
53,8% |
|
2010 |
1.442.655 |
100% |
154.962 |
10,7% |
519.271 |
36,0% |
768.421 |
53,3% |
|
2011 |
1.842.022 |
100% |
192.760 |
10,5% |
630.823 |
34,2% |
1.018.439 |
55,3% |
|
Fuente: Elaboración propia sobre la base de INDEC, EPH, Dirección de Análisis de Gasto Público y Programas Sociales (SPE), Ministerio de Salud (MSAL), Ministerio de Educación (ME), ANSES y PAMI.
Tanto para Baran (1973) como para Furtado (1978,1981) son los usos del EE lo que determina la condición de subdesarrollo o periférica de los países latinoamericanos. Los autores plantean que los usos improductivos del EE, como el consumo suntuario o la fuga de capitales, quitan potencialidad a las posibilidades de desarrollo en estas economías.
Ahora bien, ¿qué ha pasado al respecto en Argentina en el período de la posconvertibilidad?
El gráfico 1 muestra una radiografía del PBI identificando el CRS, la depreciación del stock de capital y los principales destinos del EE (consumo no esencial, fuga de capitales e inversión). Se observa que, de acuerdo a la metodología propuesta, entre 2003 y 2011 el consumo suntuario disminuyó como porcentaje del producto, pasando de 51 a 32% del mismo. La variable que crece en sentido opuesto es el CRS, que evoluciona desde el 26 al 34%. La inversión que presentamos no es la que brindan las cuentas nacionales, sino que surge de la captación de sus componentes productivos (por ende, eliminamos la construcción privada residencial; pero le sumamos los gastos públicos en investigación y desarrollo, ciencia y técnica, educación superior y cultura). La misma sufre un crecimiento entre 2003 y 2007, y gana 7 puntos porcentuales del PBI, aunque luego se estabiliza entre el 14 y el 17%. Mientras la depreciación del stock de capital mantiene valores estables (9-11% del PBI), la fuga de capitales, relativamente débil entre 2003 y 2006, aumenta sustancialmente, y representa, entre 2007 y 2011, del 2 al 6% del PBI. Es decir, se observa una mejora de las condiciones de vida de los sectores menos beneficiados; y si bien mejora el uso del excedente económico, los destinos improductivos (fuga y consumo suntuario) continúan siendo sumamente altos.
Gráfico 1: Evolución del CRS, la depreciación del capital y los usos del EE en porcentaje del PBI. Años 2003-2011
Fuente: Elaboración propia.
La disputa por las condiciones de reproducción de la sociedad marca que, en la Argentina posneoliberal, los sectores populares lograron incrementar sus niveles de vida básicos, acompañando el proceso de crecimiento del PBI con mejoras en los componentes directos (salarios y jubilaciones) e indirectos (aumento significativo de transferencias estatales) del CRS. Sin embargo, los destinos del EE continúan siendo, mayoritariamente, la fuga de capitales y el consumo suntuario. Este es un terreno fértil para debatir las capacidades de apropiación social y estatal de estos recursos para ponerlos al servicio de la redistribución del ingreso y el desarrollo de las fuerzas productivas.
1El valor del CRS por individuo de los hogares surge de dividir el CRS familiar por 3,65; ya que es éste el tamaño promedio por adulto equivalente de una familia tipo en Argentina (INDEC).
Baran, P. (1957) La economía política del crecimiento. México DF: Fondo de Cultura Económica.
Baran, P. (1973). “El concepto de Excedente Económico”. En Horowitz, D. (ed.) Marx y la economía moderna. Cien años de teoría económica marxista. Barcelona: Laia.
Baran, P. y Sweezy, P. (1986) El capital monopolista. México: Siglo XXI editores. Biblioteca de pensamiento Socialista, 20° edición.
Furtado, C. (1978) Prefacio a una nueva economía política. Buenos Aires: Siglo XXI. 2° edición.
Torrado, S. (1981) “Sobre los conceptos de Estrategias Familiares de Vida y Costo de Reproducción de la Fuerza de Trabajo”, en Demografía y Economía, vol. 15, n° 2.
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